El procedimiento se encuentra integrado por cuatro fases que corresponden al Círculo de Deming (planear, hacer, verificar y actuar) y cada una de ellas se desagrega en cuatro subfases igualmente relacionadas; mismas que se definen a continuación:
ELABORACIÓN DE PROGRAMAS ESPECÍFICOS: En esta fase se generan planes a corto, mediano y largo plazo, a partir de un diagnóstico, que contengan las orientaciones estratégicas y de impacto pertinentes a la realidad social e institucional.
Subfases:
IMPLEMENTACIÓN DE PROGRAMAS: Se ejecutan los programas y los proyectos atendiendo directamente en el contexto el marco normativo institucional.
EVALUACIÓN DE PROGRAMAS: En esta fase se valora la pertinencia de los programas, con base a una revisión del impacto en los indicadores institucionales en las condiciones del contexto.
MEJORA DE PROGRAMAS: Fase de fortalecimiento de los programas con el objetivo de garantizar la pertinencia y aumentar su eficiencia.
NOTA: Las actividades correspondientes a cada una de las fases, se describen en el procedimiento documentado en el formato oficial que se encuentra en este enlace.